martes, 2 de diciembre de 2008

UN BUEN BOSQUE


Crees que tengo un buen bosque
y que la luz que ciega no penetra.

Un refugio sin lágrimas
donde el fuego siempre tiene leña preparada.

Un espacio donde no existe sed ni hambre
donde las manos vuelan como la paz
y no descienden, porque las nubes no arriban.

Crees que tengo un buen bosque
pero hay noches
en las que estoy ciego
por el dolor lacerante del sueño impropio
y luego
a pesar de tener que dictarle a cada llama
que angustia quemar, obligado estoy
a hacer de mí, el propio fuego.

Y no tengo sed, porque me he bebido todas las lágrimas
como quién bebe de las esperanzas su jugo.

Y no veo nubes, pero fíjate, tampoco cielo.

Y todo mi interior, tiene esa profunda oscuridad
que me obliga a ser siempre un ser oculto.

¿Crees que tengo un buen bosque?

¡Mi precario bosque es prisión!

Prisión fabricada con venas entrelazadas
mías, temblorosas
tanto
que a cada una de ellas las siento
como si jugara conmigo el mundo
por última vez.


.

No hay comentarios: