martes, 2 de diciembre de 2008

DIA A


Hubo brindis
pero nuestros corazones
se derramaron en invisibles copas.

Si con nuestras almas
hubiéramos brindado
desnudos hasta los huesos
el eco de la respiración, nunca
hubiera regresado con la mala noticia
de que no hay cristal.

Unidos en la lejanía
en el encuentro perdido
por el desconocimiento del otro
en lugar de estar bajo la piel de cada uno
no logramos ser ni amantes
y perdimos la amistad.

¡Distantes amiga!

Así quedamos
por la vida caminando
sin tomarnos de los ojos.

Y a mi lado estabas
pero igual, en ese brindis
te extrañé.


.

No hay comentarios: